Luis Quintanilla: pintor, reportero, poeta e historiador.

El Paraninfo de la UC acoge desde ayer dibujos, acuarelas y plumillas del artista sobre la guerra civil, el frente y la cárcel

Reportero, historiador y poeta. Todas las facetas del pintor Luis Quintanilla (Santander 1893-Madrid 1978) se dan cita en la exposición ‘Luis Quintanilla, testigo de guerra’. una muestra en la que por vez primera se exhiben las acuarelas, dibujos y plumillas de la serie Franco’s Black Spain. La exposición, que ayer se inauguró en el Paraninfo de la UC (c/Sevilla), ofrece una visión de la polifacética personalidad de Quintanilla, que además de pintor, fue reportero, fotógrafo y espía (por encargo del gobierno de la República creó la red de Quintanilla, primera red de espionaje español en Francia), según recordó Esther López Sobrado en la presentación de la exposición.

‘Luis Quntanilla, testigo de guerra’ fue presentada ayer por el rector de la UC, Federico Gutiérrez-Solana; el vicedecano de Extensión Universitaria, Eduardo Casas; el subdirector general de Cultura, Fernando Garrido; José Ramón Saiz Viadero, presidente de la Fundación Bruno Alonso y la comisaría de la muestra, Esther López Sobrado.

‘La cárcel por dentro (1934)’, ‘Dibujos de la Guerra Civil (1937) ‘, la serie ‘Franco’s Black Spain (1938)’, ‘Europa totalitaria (1942-1944)’ y ‘Ama la paz y odia la guerra (1939) son las cinco series temáticas en las que se agrupan los dibujos, acuarelas y plumillas. En el caso de los que conforman ‘Franco’s Black Spain’, esta serie no se muestra completa porque parte de los dibujos han sido cedidos al Museo Reina Sofía de Madrid para que los exhiba junto al Guernika de Picasso. Las acuarelas y la mayor parte de los dibujos no se habían mostrado hasta ahora, al igual que la litografía ‘The Burro’, que ha sido donada recientemente por Jeffrey y Leslie Coven a la Universidad de Cantabria.

Fotografías

Además de los dibujos, litografías y acuarelas, la exposición ‘Luis Quintanilla, testigo de guerra’ muestra una colección de fotografías tomadas por el pintor durante la contienda, como son las referidas a la caída del monasterio Nuestra Señora de la Cabeza. Se trata, a juicio de la comisaria, de un testimonio «único y escalofriante» que «va más allá y denuncia todo lo que es la guerra», señaló López Sobrado. Además, la sala del Paraninfo de la calle Sevilla exhibe una serie de catálogos- como el de la Exposición de 1939-, libros, telegramas y fotografías que se exponen en las vitrinas de la sala. Entre ese fondo, catálogos de exposiciones y otros documentos como el telegrama que le envió Orson Welles para disculparse por no poder asistir a una de sus inauguraciones.

Para el rector de la UC, Federico Gutiérrez-Solana, esta nueva muestra constituye un testimonio de «los efectos devastadores de la guerra y el valor de la paz» y trata de «concienciar sobre la importancia de la palabra convivencia».

Instituciones cómplices

Por su parte, José Ramón Saiz Viadero, presidente de la Fudnación Bruno Alonso, calificó de «cómplices» a las dos instituciones, la Universidad de Cantabria y el gobierno Regional, que junto a la Fundación Bruno Alonso están colaborando para hacer posible la recuperación de la obra del pintor santanderino. «Luis Quintanilla es ya un referente de la cultura de Cantabria», afirmó Saiz Viadero, quien anunció que en estos momentos ultima las negociaciones para poder traer a Cantabria un busto de Quintanilla que realizó Emiliano Barral. Se trata de una pieza, propiedad del hijo de Barral, que está en La Habana y que la Fundación Bruno Alonso intenta traer a Cantabria para su instalación en el Paraninfo de la UC, junto a los frescos del artista.

El subdirector general de Cultura, Fernando Garrido, destacó durante la presentación de la exposición la doble condición de historiador y pintor de Quintanilla a quien calificó de exponente de la ‘cultura con mayúsculas’. Garrido destacó que con su trabajo, este artista «nos permite hacer nuestro el lema hippy de haz el amor y no la guerra».

Junto a la capital cántabra, la obra de Luis Quintanilla se exhibe también en estos días en la Universidad de Zaragoza y en la sede del Instituto Cervantes de Nueva York.